A los lenguados se les ha de cortar diagonalmente la cabeza con un cuchillo bien afilado. Se coge la piel oscura, con un paño para que no se escurra, y se arranca de un tirón hacia la cola. Se le cortarán las espinas laterales y se retirarán las tripas del vientre. Raspe la parte blanca y lávelo en agua fría, luego séquelo bien.
En este momento pele las naranjas quitándoles la piel y la parte blanca, pártalas en gajos eliminando pepitas. Seleccione una sartén, que sea tan grande que entren los cuatro lenguados dispuestos en una sola capa; derrita 40 gr. de mantequilla. Sazone al gusto de sal y pimienta, y páselos por harina. A la hora de freirlos, déjelos que frían bien primero por un lado y luego por otro hasta que se doren. Ponga el resto de la mantequilla a dorar en una cazuela. Llegado este momento, es la hora de servir los lenguados, páselos a una fuente previamente calentada, espolvoree de perejil y ponga los gajos de naranja sobre ellos. Écheles por encima la mantequilla y sírvalos enseguida. |